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Foto del escritorFernanda Hoyos

Entre el síndrome del impostor y la confianza Ronaldo.

Actualizado: 4 may 2023

Hace un poco más de un año una de mis más cercanas amigas me pidió que fuera “modelo” en una exhibición callejera sobre moda circular, por lo cual, sin mayor oposición, le dije que sí. Sin negar que fue una linda experiencia pensar sentirme como modelo, mi cuerpo fue absolutamente contrario con mi deseo de querer verme con una mujer bella y poderosa, pues al ver los videos, sólo pude reconocer un cuerpo encorvado, silencioso y con un miedo absoluto a ser visto.

No puedo negar mi sorpresa y desilusión al observar que esa era la forma que mi cuerpo estaba comunicando, pero que realmente no era lo que yo quería ser. En definitiva, el YO PODEROSO que sentía dentro de mí, estaba oculto hasta en frente de mi propio espejo.

Qué tan difícil es sentir que tu cuerpo está desconectado con lo que realmente eres, ¿no crees?

Debo admitir que pase horas repitiendo ese video una y otra vez, tratando de verme en algún lugar a través de esa rubia encorvada caminando con ropa llamativa pero con la intención de oscurecer su luz, de no ser vista.

Y ahora me pregunto ¿por qué no quería ser vista? Julianne Moore, la afamada y amada actriz de Cine, para una entrevista con Amy Cuddy, psicóloga social en Harvard, dijo que “cuando menos presentes estamos es cuando sentimos que no nos ven”. Con esto solo puedo pensar ¿Qué tan conectado está el sentir nuestro cuerpo con el poder de lo que somos y lo que reflejamos en el otro?

Al pensar en esto, recuerdo mucho mis participaciones en mis clases de derecho o las veces que he estado enfrentada ante un público, donde la voz se me me ha quebrado y el pánico me atrapa, y todo por pensar que no existe valor en mis palabras o en lo que soy a través de mi presencia o porqué simplemente me atrapa una zozobra al pensar que no lo sé todo.

Hoy puedo decir que he observado al impostor que se apropió de mi cuerpo por mucho tiempo, repitiéndome muchas veces que mis ideas ya las ha tenido otro, o que mi liderazgo no puede unificar a un equipo porque ¿Quién me va a creer? E incluso, desde la esfera personal, donde no me he sentido lo suficientemente bonita para atraer o porque con tanto caos ¿Cómo tener una relación amorosa?.

Desde esa observación profunda y el reconocimiento de toda mi inseguridad, a través de mi yo impostor reflejado en todo mi cuerpo, decidí enfrentarlo.

Y esto no es un día, despertarse como La Niña de Wall Street con una postura de poder frente al monstruo de la inseguridad; este camino se empieza decidiendo y descubriendo los principios que dirigen tu propia vida, a través de una profunda observación y reflexión de lo que eres y cuál es el propósito de tu vida.

Después de un largo camino para retomar la fe en mi misma, he vuelto a sentir mi cuerpo, darle valor a cada una de las células que me habitan, observar mi presencia en cada espacio, perder el miedo a tener una voz, la cual será escuchada por quiénes verdaderamente quieren escucharla y por supuesto, procurar generar valor en cada una de mis palabras, movimientos y decisiones; porque en definitiva, somos mucho más que un IMPOSTOR en posición de bloqueo y lo que estamos llamados a hacer.

Como empresarios y emprendedores, que tan importante es reconocer al impostor, aceptar su presencia, agradecerle por permitirse ver, pero sobre todo, dejarlo atrás porque se ha tomado la decisión de confiar en lo que crees, tal como dice Cristiano Ronaldo, “si yo no me digo que soy el mejor jugador del mundo, ¿entonces quién lo hará?. Así que, cuando el impostor se acerque hay que repetirse ¡confianza Ronaldo!

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